Y es que llegados a este punto, todos aquellos que van a correr la gran prueba madrileña por el mero hecho de superarse a si mismos, necesitan testarse unas semanas antes para ver como van de piernas. Si la semana pasada era Sebas Tercero, otro gran amigo y compañero nuestro, era el que lo hacía en la media maratón de Bolaños, hoy quién pasaba por «las aulas» era el propio Dani.
Para Dani era la cuarta vez que acudía a Segovia a disputar la prueba. Al haber estado en torno a un mes lesionado tras la maratón de Sevilla, uno de sus objetivos no era realizar una gran marca, simplemente ver sus sensaciones y valorar su estado de cara al maratón madrileño. El otro, según nos explicó el mismo al término de la prueba «acabar sin ninguna molestia y conseguir que mi amigo Rubén bajara su marca de 1 hora 40 minutos, cosa que conseguimos al terminar en 1h 37´24″…por lo tanto ambos objetivos cumplidos.» Reconocía Dani además que el hecho de ir un poco más lento y disfrutar de una mañana casi primaveral invitaba a disfrutar del recorrido. Tan solo un pero, el que todos los atletas se encuentran aquí cada año, el viento, aunque por suerte no soplo lo fuerte y frío de otros años. Como apunte final nos indicaba que «el apoyo del público es increible durante toda la carrera».