Dani no falló a su cita con el Running y con San Lorenzo del Escorial. El pasado sábado de nuevo decidió dejarse su corazón y sus piernas en una de las pruebas más rompepiernas de la Comunidad de Madrid.
Aunque en estas pruebas lo de menos importancia es el resultado final y las posiciones en las que se acaba, Dani Pérez marcó un tiempo en meta de 36´52″ (4,44 m/km) terminando en la general en el puesto 88 y en la general de la categoría senior en el puesto 32. Conozcamos una vez más su experiencia desde dentro, la experiencia de uno de nuestros Corredores de Calle…
«Como cada año el buen ambiente fue la nota predominante de esta clásica de los circuitos populares madrileños. Un recorrido marcado por el colorido y la marcada influencia del Rock & Roll. Con escenarios con grupos en directo tocando durante el tiempo que dura la competición. Los dos escenarios más grandes se encuentran en la salida como en la linea de meta. Es algo muy similar a lo que vivimos Juanmi y yo en Sevilla en la última edición de la Maratón hispalense. Desde luego el hecho de tener música durante todo el recorrido te permite aliviar la fatiga al menos en parte.
«Como cada año el buen ambiente fue la nota predominante de esta clásica de los circuitos populares madrileños. Un recorrido marcado por el colorido y la marcada influencia del Rock & Roll. Con escenarios con grupos en directo tocando durante el tiempo que dura la competición. Los dos escenarios más grandes se encuentran en la salida como en la linea de meta. Es algo muy similar a lo que vivimos Juanmi y yo en Sevilla en la última edición de la Maratón hispalense. Desde luego el hecho de tener música durante todo el recorrido te permite aliviar la fatiga al menos en parte.Ya centrándome en la carrera, los 7700 metros de los que consta el recorrido, se hacen eternos. Eternos porque no hay ni un solo llano, todo es cuesta arriba y cuesta abajo. Constantes pendientes que sacan la fatiga de cada atleta casi desde las primeras zancadas.
Lo que más impresiona, y es algo que he visto pocas veces y por eso repito cada año, es LA CUESTA ROMPECORAZONES, nombre que le va como anillo al dedo, se encuentra en el kilometro 5 y tiene una longitud de 1.100 metros con zonas de hasta un 25% de desnivel. No hace falta que os explique lo que signifca estar dentro de esa «Gran Ola». Lo que se ve ahí dentro, es para que se pudiera parar el tiempo y ver uno a uno cada gesto y cada respiración de todos los valientes que afrontan esta batalla. La gente no puede ni siquiera correr por la inclinación, no solo eso, cuesta subirla andando. Este año Creí que iba a estar peor que en otras ediciones pero se dio muy bien.
Sinceramente, creo que todos los que amáis este deporte y os gusta probar vuestros límites, al menos una vez, deberíais probar la Rompecorazones…»
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