El equipo granota sigue sin ser contundente en ataque y eso le está condenando en la zona baja de la tabla. Hay potencial pero no se sentencia arriba.
El Atlético Levante cosechaba esta mañana en la Ciudad Deportiva de Buñol su octavo empate en liga, de los cuales, 7 de ellos, han sido a cero. El equipo valenciano parece estar abonado a la igualada sin goles y empieza a convertirse en una tónica semanal. Dentro de las novedades en el once inicial de Carlos Granero se encontraba la vuelta al 11 inicial del solanero Fran Manzanara.
La primera mitad, a pesar del dominio local, tuvo muy poca historia. Pocos acercamientos a la puerta contraria por ambas partes y las ocasiones mínimas que se presentaron tuvieron poco peligro. En la segunda mitad bien es cierto que los granotas le metieron en ataque una marcha más. Se doblaba mucho más por banda y las llegadas al área contraria empezaban a generar complicaciones al meta del Alcoyano.
La ocasión más clara del partido la tuvo Kaiser cuando estaba a punto de cumplirse el minuto 70. La jugada nace de un saque de esquina. El balón llega al central levantinista que de un gran testarazo estrella el esférico en el palo del conjunto blanquiazul. Hubiera sido el momento idóneo para marcar y sentenciar el partido. Pero no hubo suerte. Una vez más Granero y los suyos tenían que conformarse con un empate a cero que no satisface a nadie y que deja una semana más al equipo en posiciones de descenso directo a Tercera División.
El Atlético Levante cerrará el año la próxima semana visitando el difícil campo del Badalona. Rival complicado de la parte alta de la tabla al que será complicado sorprender en casa.
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