Victoria merecida y contra viento y marea que sirve para devolver la calma a los placentinos y dejarles cada vez más cerca de la salvación matemática.
Los de Diego Pastelero se adelantaban muy pronto en el marcador. Nada más cumplirse el primer cuarto de hora de partido, Sergio Sánchez sacaba una vez más su calidad para colocar un centro medido al área del Amanecer. Allí aparecía Alberto Núñez para de gran testarazo colocar el 1-0 en el marcador. Parecía que las cosas se ponían de cara tras un comienzo algo titubeante por ambas partes.
Pero la alegría duró poco, a penas tres minutos. Los sierrafonteños empataban el partido y de repente empezó a olerse algo en el ambiente que no gustaba a nadie. Lo visto en esta primera mitad en lo que al arbitraje se refiere, no dejaba muy buenas sensaciones que digamos. Dos manos dentro del área visitante, una a disparo de Alberto Núñez y otra a tiro de Shuster, y dos caídas en el área de Sergio Sánchez, provocaron los gritos en la grada ante tal situación. Ninguna de estas acciones fue sancionada con la pena máxima por el Señor González Umbert, lo que dejó un caldo de cultivo para la segunda mitad bastante peligroso.
Segunda parte calcada a la primera. Borrallo en el 58 lanzaba un libre directo perfecto que se convertía en el 2-1. Parecía que el partido se le ponía de cara de nuevo al conjunto blanquinegro. Pero nada más lejos de la realidad, 10 minutos después de nuevo el Amanecer empataba el partido. Con un 2-2 que parecía que sería lapidario, Juanals era agarrado dentro del área, y una vez más no se señalaba infracción. La crispación seguía creciendo en la grada. Corría el 75 y las cosas no estaban claras.
El único que si lo tenía claro era el gran capitán. Luismi en el 78 no perdonaba. Salida desde su propio campo y vaselina perfecta sobre Sergio. Una vez más salía al rescate de su equipo y conseguía el gol que daba la victoria definitiva a la U.P, Plasencia ante un Amanecer muy correoso que a punto estuvo de sacar al menos un punto del Municipal.
ARTÍCULOS RELACIONADOS: