Con una parte para cada uno, el empate sin duda fue lo más justo. Ambos equipos pusieron todas sus armas sobre la mesa en un partido muy igualado.
El Club de Fútbol Villanovense salvó un derbi que se le había puesto muy complicado desde el inicio. De hecho cuando se cumplía el primer cuarto de hora, el colegiado señalaba un muy riguroso penalti en un agarrón leve dentro del área. Oscar Rico no perdonaba y colocaba el 1-0 en el marcador. Muy pronto el equipo emeritense se ponía por delante y con ganas de agradar a los suyos. De hecho, a pesar de que las contras seronas ,con Mustafa como principal estilete, creaban peligro, quién acabaría marcando de nuevo era el Mérida en el minuto 36. Un córner botado desde la izquierda al primer palo, era rematado por Yacine en plancha y de cabeza al palo largo, haciendo imposible la estirada de Wilfred. Era el 2-0 y con ese resultado se llegaba la descanso.
La segunda mitad fue otra cosa. Los hombres de Manolo Sanlúcar salieron enchufados. Fruto de ese nuevo ritmo llegaba el 1-2 en el 55. Un córner botado al segundo palo quedaba con la pelota muerta muy cerca del punto de penalti y ahí aparecía Mustafa para fusilar y reducir diferencias. Y apenas doce minutos, otro balón idéntico de Jesús Rubio y desde la misma esquina al segundo palo, era rematado con la testa por Morgado para colocar el empate. La afición villanovense estallaba en la grada del Romano porque el equipo estaba mereciendo al menos el empate, cosa que al final se consiguió.